lunes, 9 de septiembre de 2013

Reposaremos libres y victoriosos frente a ese Sol que hoy nos ha sido negado.




Alegato de Antonio Guerrero Rodríguez

Ahora, en este punto, me yergo con mi alma robusta.
(Walt Whitman, en "Canto de mí mismo")

Su Señoría:

Permítame expresar que comparto todo lo expuesto en esta Sala por mis cuatro hermanos de causa: Gerardo Hernández, Ramón Labañino, René González y Fernando González. Ellos hablaron con dignidad y coraje ante esta Corte. Nuestros alegatos se fundamentan en la estricta verdad, en la solidez de los principios que abrazamos y en el honor del heroico pueblo cubano. Honrado es destacar que los abogados y sus asistentes actuaron con gran profesionalidad, honestidad y valor, así como que el trabajo de las traductoras, de Liza, de Richard y de los alguaciles fue con una alta ética y profesionalismo.

Al comienzo escribí en el diario de mis largos días: "...el verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber." Son palabras de José Martí, que a más de un siglo de expresadas, impulsan, viven y son esencia de lo más puro y altruista.

        Muchas veces es difícil
        encontrar vocablos precisos,
        pero estos han estado dentro de mí:
        agolpados,
        estremecidos,
        incubados en la verdad,
        esperando romper la fuente y ver la luz.
        Y ha llegado el día.

Permítame explicar, Su Señoría, de la forma más diáfana y concisa, mi razón:

Todo hombre que se respeta a sí mismo se debe antes que nada a su Patria



Alegato de Fernando González York

Su Señoría:

Me uno a mis compañeros que me han antecedido en el reconocimiento y agradecimiento a la profesionalidad del señor Richard, de las traductoras que tan eficientemente han trabajado y de los U. S. Marshalls.

Me uno también a lo expresado aquí por cada uno de mis hermanos en sus audiencias de sentencia. Me siento honrado de contar con la amistad de esos compañeros y hermanos que con tanto valor y dignidad recibieron sus injustas sentencias.

También quiero agradecer el profesionalismo de los abogados que nos representan a los cinco y especialmente a Joaquín Méndez y la oficina del defensor público del Distrito Sur de la Florida.

Si para mí no estuviera bien claro que el fanatismo, el odio y la irracionalidad contra Cuba se generan y estimulan solo por un segmento minoritario de la comunidad cubanoamericana residente en esta localidad, no hubiera aceptado ser representado por un miembro de esa comunidad. Su profesionalismo en este caso es una muestra de que, contrario a lo que quieren hacer ver quienes controlan los medios de comunicación hispanos con su estridencia anticubana, la mayoría de la comunidad cubanoamericana en la Florida tiene una actitud racional hacia su país de origen aun cuando tengan opiniones contrarias al gobierno de Cuba.

Eso lo demuestra también el hecho de que cientos de miles de cubanoamericanos viajan todos los años a Cuba y envían dinero a sus familiares.

Quienes crean que la radio cubana de Miami y las organizaciones extremistas cubanas en esta localidad representan la forma de pensar de la mayoría de los cubanoamericanos residentes en esta ciudad, están cayendo precisamente en la trampa que ha tendido ese sector extremista y minoritario, pero económicamente poderoso, para presentar una imagen de unidad y representatividad de los sentimientos de cientos de miles de cubanos que viven aquí, cuando esa no es la realidad.

Señores fiscales la única sangre que podría haber en estas manos es la de mis hermanos caídos o asesinados cobardemente



Alegato de Gerardo Hernández Nordelo

Su Señoría:

Quisiera antes que todo expresar unas breves palabras de agradecimiento a un grupo de oficiales del gobierno federal que laboraron durante nuestro largo y complejo juicio dentro y fuera de esta sala. Me refiero a los traductores, estenógrafos, alguaciles y demás asistentes, quienes en todo momento demostraron un alto nivel ético profesional.

Es justo expresar también de forma pública nuestro más profundo agradecimiento a los abogados que tan magistralmente nos representaron y a todas las personas que los asistieron en tan difícil tarea.

En aras de no malgastar su preciado tiempo pretendo ser lo más breve posible. Somos cinco los defendidos en este caso y compartimos muchos criterios y opiniones, por lo que evitaré hacer referencia a importantes aspectos que sé que ellos querrán abordar en sus intervenciones.

¡Este ha sido un juicio político y, como tal, nosotros somos prisioneros políticos!



Alegato de Ramón Labañino Salazar

Your Honor, Ladys and Gentlemen:

Primero que todo, yo me uno a todos los argumentos de mis 4 hermanos en esta causa y mis reconocimientos al profesionalismo de los oficiales de esta Corte: Richard, Translators, Marshalls, Lisa.

El criminal ataque a las Torres Gemelas de New York y al Pentágono en Washington segó la vida de miles de inocentes del pueblo de Estados Unidos, y con indignación nos unimos al dolor del pueblo norteamericano. Hacemos votos porque tales hechos no vuelvan a ocurrir.

Nosotros, que hemos dedicado nuestras vidas a luchar contra el terrorismo, a evitar que actos tan atroces como estos ocurran; que hemos tratado de salvar la vida de seres humanos inocentes no sólo de Cuba, sino del propio Estados Unidos; hoy estamos aquí en esta Sala para que se nos condene precisamente por evitar actos como estos. ¡Esta condena no puede ser más irónica e injusta!

Seguiremos apelando a la vocación por la verdad del pueblo norteamericano



Alegato de René González  Sehwerert


Quiero, antes de comenzar, proponer un experimento a los presentes en esta sala: cierren los ojos e imagínense en el centro de Nueva York. Al primer bombero que pase, le miran a los ojos, bien serios, y le dicen en su cara que el once de septiembre no pasó nada. Que es mentira. Puro truco cinematográfico. Todo ha sido pura paranoia y propaganda. Si a estas alturas la vergüenza, o el pobre bombero, no le han hecho tragarse la lengua, está usted perfectamente calificado para haber sido fiscal en esta causa.

Y ahora, con el permiso de esta Corte, comienzo.

Su Señoría:

Meses atrás, en uno de sus esfuerzos para esconder bajo la alfombra el tema del terrorismo contra Cuba con aquella torcida lógica aplicada a su confuso argumento de intento y motivación, la señora Heck Miller le dijo a esta Corte que podíamos dejar el discurso político para este momento. Aun en aquellos tiempos, cuando ya todo el odio político de los fiscales se había volcado sobre nosotros a través de las condiciones de confinamiento, la manipulación de la evidencia y, peor aún, el uso y abuso de mi propia familia para chantajearme, dañarme y humillarme, estaba yo lejos de imaginar cuán importante sería para los fiscales de este caso el verter todos sus rencores políticos sobre nosotros.

No obstante, después de haber oído a estos mismos fiscales por seis meses empujando una y otra vez sus prejuicios por las narices al Jurado, todavía puedo decir a la señora Heck Miller que estaba equivocada y que yo no necesito hablar de mis sentimientos políticos, a los que no renuncio de modo alguno, para decir que yo repudio el terrorismo, que yo repudio la guerra y que yo desprecio profundamente a las personas, tan centradas en sus odios y en sus intereses mezquinos, que han dedicado tanto tiempo a dañar a su país promoviendo el terrorismo y promoviendo una guerra para la cual derrochan toda esa valentía que no tienen y que necesitarán otros, también sus víctimas, en el campo de batalla.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Gerardo Hernández está preso por un cargo del que no fue acusado



Gerardo Hernández Nordelo está preso por un cargo del que no fue acusado. En  el acta de acusación elaborado por la fiscalía el 12 de septiembre del 1998 contenía los cargos de "conspiración para cometer delitos contra Estados Unidos", "conspiración para cometer espionaje", "identidad falsa agente de un gobierno extranjero sin estar registrado ante el fiscal general de los EEUU".
En esa primera acusación, Por ningún lado aparece el cargo de: “Conspiración para Cometer Asesinato en primer grado”, este cargo surge unos  meses después  de haberse iniciado el proceso contra los cinco, coincidiendo con el regreso del niño Elian González a Cuba. La maniobra de incluir este cargo tenía como objetivo calmar los ánimos de la mafia cubano americana de Miami que se sentía derrotada por la decisión tomada de devolver al niño a Cuba. Sin embargo la propia fiscalía comprende que probarlo sería “una barrera insuperable”.

Antes de caer en el documento, debemos explicar por qué ese cargo, relacionado con el derribo el 24 de febrero de 1996 de dos avionetas de la organización anticubana "Hermanos al Rescate,"  es considerado por la Fiscalía una "barrera insuperable." más
Primero: El argumento inicial para incluir el cargo, está contenido en la suposición de que Gerardo envía la información a Cuba de que las avionetas de Hermanos al Rescate (1)  tenían previsto  violar el espacio aéreo cubano. Pero Gerardo no necesitaba enviar esa información a ningún sitio, el propio gobierno de los EEUU y el propio violador el señor Basulto se encargaron de informar con suficiente antelación para que el estado cubano reaccionara.

Pertierra: Las cintas amarillas seguirán volando por LosCinco



Tengo memoria histórica. Recuerdo como la campaña de la cinta amarilla en los Estados Unidos conmovió al pueblo.
Todo empezó con una crónica escrita por un brillante periodista neuyorkino, Pete Hamill, en el año 1971. La crónica se llamaba “Going Home” y fue publicada en el New York Post. Hamill contó del viaje en guagua de New York a la Florida de un tal Vingo, quien iba evidentemente deprimido y preocupado.
En la guagua iban también seis adolescentes de vacaciones. Una de ellas le sacó conversación a Vingo y éste le contó que había estado preso por varios años y que lo acababan de liberar. Que le había dicho a su esposa anteriormente que si la separación era muy dura para ella, que lo olvidara y se buscara otra pareja. Que él tomaría una guagua desde New York a la Florida. Que la guagua pasaba por la casa, donde había en el jardín un roble gigante. Le dijo que si ella quería que él regresara a la casa, entonces que pusiera una cinta amarilla en el árbol. Vingo le dijo: “Si veo la cinta en el roble, me bajo de la guagua. Si no la veo, sigo de largo.”